Esa noche no habia dormido bien, me desperte como siempre a las 6:45, me dirigí a la cocina, prepare el café mientrás hacia dos tostadas y me fui directa a la ventana (me gustaba mirar el exterior recién levantada). Cuando corrí las cortinas de cuadros solo vi blanco, rápidamente se me ilumino el rostro con una sonrisa infantil. ¡Estaba nevando!. En segundo se fue toda aquella preocupación que no había dejado dormir. Desayune y me vestí, abrigandome un montón, cogi la cartera con mi libros y salí decidada a la calle. No me dispuse andar de inmadiato hacia clase, como solía hacer, si no que me quede un buen rato quieta, sin moverme, sientiendo como cada parte de mi cuerpo se iba congelando poco a poco, a pesar de todas las capas de ropa que llevaba puestas,como la nariz se me volvía roja, como los copos de nieve me impedían ver, como por fin, despues de tanto tiempo me volvía a sentir libre y feliz.
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